Como muchas personas,  también he cargado con mi propia mochila de experiencias y desafíos. Sé lo difícil que es recuperar la confianza en uno mismo cuando la vida parece que nos pesa demasiado. Pero también sé, por experiencia propia, que con paciencia, esfuerzo y mucho amor hacia uno mismo, es posible soltar esos lastres y redescubrir nuestro poder interior.

Mi vida no ha sido un camino fácil, pero cada experiencia, incluso las más duras, me ha convertido en la persona que soy hoy. Una persona de la que, después de mucho trabajo interno, me siento profundamente orgullosa.

En mi infancia sufrí bullying, y en la adolescencia viví experiencias que marcaron mi relación conmigo misma y con los demás, llevándome a cuestionar el sentido de vivir en más de una ocasión. Fue en esa etapa de oscuridad cuando comencé a tomar contacto con el mundo de la meditación,  relajación, la mente, la psicología, el coaching, desarrollo personal, terapias holísticas, PNL, hipnosis y regresiones, ect. . Estas prácticas me ayudaron a encontrar pequeñas luces en momentos de ansiedad y pánico, cuando otras opciones no parecían funcionar. Aunque he de decir también, que tengo la gran suerte de haber nacido en una familia donde el Crecimiento Espiritual, Personal y las Terapias Complementarias (antes llamadas Terapias Alternativas) era algo normal y ya pude nutrirme de ello desde pequeña y ese acompañamiento también me ayudo. 

Sin embargo, mi proceso no fue lineal. Yo seguía haciendo mis meditaciones , pero hubo momentos en que abandoné las prácticas, me perdí y eso me perjudico. Mi autoestima era tan baja, que afectaba a mi vida como pareja, madre y profesional. Pero un día decidí dar un paso importante: fui al campo, me senté conmigo misma, y comencé a meditar de nuevo. Fue allí, en ese instante de conexión profunda conmigo misma, cuando algo cambió en mi interior. Por primera vez en mucho tiempo, me escuché de verdad.

Esa experiencia no solo transformó mi relación conmigo misma, sino que también me ayudó a ver con claridad un patrón que había ignorado durante años: las personas, conocidas y desconocidas, siempre se acercaban a mí para contarme sus historias, abrir su corazón y buscar un consejo. Escucharles, acompañarles y ayudarles a ver las cosas desde otra perspectiva siempre había sido algo natural para mí. Y entonces lo entendí: mi propósito era ayudar a los demás. y que además se me daba bien.

Desde ese momento, decidí transformar mi vida. Hice cambios importantes para encontrar mi equilibrio, amarme más, buscar mi paz interior, aceptarme y, sobre todo, confiar en mí misma. Mientras construía mi propia felicidad, también comencé a formarme en desarrollo personal y terapias complementarias, profundizando en herramientas como coaching, hipnosis, PNL, meditación, mindfulness, reiki, respiración consciente (breathwork) y otras prácticas que enriquecieron mi proceso personal y profesional.

Hoy puedo decir con orgullo que mi pasión y vocación es acompañar a las personas en su camino hacia el bienestar emocional y personal. Mi misión es ayudarte a soltar los lastres que te impiden brillar, a redescubrir tu valor y a vivir una vida más plena y auténtica.

Nadie dice que la vida sea fácil, porque siempre hay obstáculos en la vida, pero está en nuestra actitud y nuestras  decisiones el cómo queramos que sea nuestra vida.  Si uno quiere, consigue sus propósitos. Y si tú quieres, estoy aquí para acompañarte a alcanzar tus propósitos.